lunes, 23 de diciembre de 2013

Dosmilcatorce

Y aquí llega, otro año más. Otro año más de falsas promesas, en el que poseemos una hoja en blanco donde pintar los mismos garabatos de siempre. Donde ser los mismos de siempre. Los años pasan y pasan, el tiempo sigue su curso, fluyendo inexorable hasta llevarnos a nuestro final. Y yo me encuentro impasible, ahí en medio, procurando atrapar en vano cada segundo que escapa de mis dedos, cada vestigio de mi ser que se consume como la ceniza. Los días, las horas, los minutos... Cada vez se suceden con más urgencia. Tienen prisa por terminar, por acabar con este juego que es la vida. Una cuenta atrás está iniciada. Cada año nuevo nos lo recuerda, nos refresca la memoria a la hora de afrontar la vulnerable realidad en la que vivimos. ¿Cuánto tiempo nos queda? ¿Cuántas cifras nuevas podremos ver en el calendario? Nuestro tiempo se agota por segundos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario