Ser perfectamente imperfecto a veces se convierte en una ventaja
para sobrevivir en esta vida, donde la perfección es tan deseada, es lo idílico,
a lo que todos aspiran. Todos siguen un mismo camino en su búsqueda, como
autómatas sin ningún tipo de alma. ¿Qué hay de malo en seguir otra dirección,
en vivir tu propia aventura, en huir de lo idílico, en ser diferente, en ser tú
mismo?
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